¿Cómo funciona el reaseguro? 

La aseguradora cedente emite una póliza de seguro a un cliente, asumiendo el riesgo asociado a esa póliza. Sin embargo, en lugar de retener todo el riesgo, la aseguradora cedente transfiere una parte de ese riesgo a una reaseguradora. A cambio de asumir ese riesgo, la reaseguradora recibe una prima de reaseguro por parte de la aseguradora cedente. 

Desempeña un papel fundamental en el ámbito de las pólizas de vida y ahorro y ofrece a las aseguradoras acceso a la experiencia y conocimientos especializados de las reaseguradoras en la gestión de riesgos específicos relacionados con este tipo de pólizas. Esta colaboración permite a las aseguradoras diversificar y equilibrar su cartera de riesgos, ofreciendo una mayor seguridad y tranquilidad a los clientes que confían en ellos para proteger su futuro financiero y sus objetivos de ahorro a largo plazo. 

Tipos 

Existen diferentes tipos de reaseguros que las aseguradoras pueden utilizar, dependiendo de sus necesidades y estrategias de gestión de riesgos. 

  • Proporcional: Las entidades aseguradoras comparten el riesgo y la prima en proporciones acordadas previamente. Por ejemplo, en un contrato de reaseguro proporcional del 50 %, la aseguradora cedente retendría el 50% del riesgo y la prima, mientras que la reaseguradora asumiría el otro 50 %. 
  • No proporcional: La aseguradora cesionaria asume el riesgo por encima de un determinado nivel acordado previamente (llamado "retención") por la aseguradora cedente. Si los siniestros superan ese nivel de retención, la reaseguradora indemnizará a la aseguradora cedente. 
  • En exceso de pérdida: La agencia cesionaria indemniza a la aseguradora cedente por los siniestros que superan un determinado nivel de pérdida establecido en el contrato. Este tipo es especialmente utilizado para cubrir pérdidas catastróficas o de gran magnitud. 

Importancia del reaseguro 

Permite a las agencias acceder a conocimientos especializados y experiencia en la gestión de riesgos específicos relacionados conseguros de vida y ahorro. Esto se traduce en un mejor análisis de riesgos, ajuste de primas adecuado y capacidad para adaptarse a cambios en el entorno económico y regulatorio, lo que beneficia directamente a los clientes al ofrecerles soluciones más sólidas y adaptadas a sus necesidades. 

Por tanto, no solo beneficia a las aseguradoras, sino también a los usuarios contratantes. De hecho, al contar con la protección adicional proporcionada por las reaseguradoras, los clientes pueden tener la tranquilidad de que sus necesidades financieras estarán cubiertas a largo plazo. Y al tener una mayor capacidad para asumir riesgos, las aseguradoras pueden ofrecer coberturas más amplias y atractivas a sus clientes, lo que se traduce en una mayor protección y tranquilidad para ellos. Además, permite reducir los costes, ya que las agencias pueden compartir el riesgo y los gastos, lo que les permite ofrecer primas más competitivas. 

En definitiva, se trata de una práctica esencial en el sector asegurador que permite a las compañías transferir parte de su riesgo a reaseguradoras especializadas. Este mecanismo ayuda a las empresas a diversificar y equilibrar su cartera de riesgos, proteger su solvencia financiera y ofrecer coberturas más amplias y competitivas a los asegurados. Asimismo, el reaseguro fomenta la estabilidad y confianza en el mercado de seguros, al demostrar la capacidad de las aseguradoras para hacer frente a situaciones inesperadas. En última instancia, contribuye a fortalecer la industria aseguradora y garantizar la protección y tranquilidad de los usuarios. 

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