¿Por qué el servicio de radiología pediátrica es imprescindible en medicina?
La radiología infantil consiste en el recurso a las imágenes del organismo de los pacientes pediátricos obtenidas por medios tecnológicos sofisticados. Estas imágenes se utilizan como complementos, en la mayoría de los supuestos, indispensables a la hora de emitir un diagnóstico acerca del estado de salud de los citados pacientes.
Por regla general, no va a bastar, para diagnosticar certeramente, con llevar a cabo un repaso del historial médico del joven y realizar diversas observaciones directas y pruebas como las hematológicas. La complejidad de determinados cuadros médicos y quirúrgicos exige la visualización de imágenes de los huesos, músculos y órganos cuanto más nítidas, mejor.
Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, los niños no son el tipo de pacientes más acostumbrado a identificar o expresar los males que les están afectando. Así que en estos contextos los informes radiológicos en pediatría se hacen, si cabe, más relevantes.
¿Cuáles son los tipos de pruebas radiológicas que existen?
En primer lugar, conviene señalar que esta clase de pruebas ha evolucionado mucho desde que empezaron a usarse en el siglo XX y, especialmente, durante el actual. No cabe duda de que los avances tecnológicos van contribuyendo a optimizar los equipos que se emplean para obtener las imágenes diagnósticas. Las innovaciones posibilitan que la captación resulte cada vez más clara, rápida y económica.
Por otro lado, son distintos los métodos mediante los que pueden conseguirse las imágenes que valdrán para sacar conclusiones. Entre ellos destacan, en primer lugar, las radiografías. Los rayos X han tenido un uso intensivo en los hospitales durante décadas. Sin ir más lejos, a la hora de generar las tan comunes placas, que han sido de gran utilidad a la hora de calibrar el alcance de las lesiones infantiles y juveniles y sus tratamientos más apropiados.
Los ultrasonidos han supuesto, en este sentido, un paso adelante. Lo mismo se puede señalar, en última instancia, en cuanto a las tecnologías que han acabado materializando las aportaciones más sustanciales. Son las imágenes por resonancia magnética (MRI), la tomografía computarizada y la medicina nuclear.
La radiología aplicada a la pediatría
Es necesario resaltar que la radiación de algunas de estas pruebas tendría, si se realizara de un modo intensivo, efectos nocivos para la salud general de los menores. Se trata de un extremo que es de especial relevancia en la pediatría. Básicamente, por dos circunstancias interrelacionadas. Por una parte, el tamaño de los pacientes hace que sus cuerpos sean más vulnerables a los efectos de la radiación. Por otra, su larga esperanza de vida aconseja ser cuidadosos con las radiaciones a las que se les expone.
En este sentido, un radiólogo pediátrico no solo aplica unas pruebas adaptadas a la edad de sus pacientes, sino que también dosifica el uso de la radiación o los medios de contraste para la toma de imágenes. La debe adaptar, en consecuencia, a su estatura, peso, función renal y clase de órgano que se va a observar.
Por eso, en la medida de lo posible, interesa reducir la radiación. Si resulta viable, deben sustituirse las tomografías por resonancias magnéticas y ultrasonidos.
¿Dónde puedo encontrar un radiólogo infantil?
Los radiólogos pediatras desempeñan su labor en diversos puntos y red de hospitales de niños, centros universitarios y consultorios privados en todo España.
Acude a tu pediatra para que te ayude a buscar un radiólogo infantil certificado y avalado por las autoridades competentes.
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En definitiva, esta rama de la radiología se encuentra en constante metamorfosis para mejorar sus servicios. Cabe remarcar el gran trabajo de la Sociedad Española de Radiología Pediátrica (SERPE) para lograr incrementar la inversión en investigación y equipos.