¿Cuándo debemos llevar a nuestro hijo a urgencias pediátricas?
Es decir, las urgencias pediátricas ofrecen una respuesta inmediata en aquellos casos en los que una rápida intervención es decisiva para el paciente, en este caso un niño. El equipo aplica un protocolo terapéutico para abordar cada situación. En definitiva, su actuación puede ser determinante para que el menor experimente una evolución positiva.
Algunos ejemplos frecuentes de urgencias pediátricas son:
Signos de alarma
Existen diferentes factores de alarma como la fiebre alta, el vómito abundante, un dolor intenso y persistente, una posible reacción alérgica, la tos profunda y las dificultades respiratorias.
Cada caso requiere de un diagnóstico médico y un tratamiento adaptado a las necesidades del paciente. Los profesionales tienen en cuenta la edad, el entorno y la historia clínica de la persona.
Caídas, golpes, accidentes y quemaduras
Algunos accidentes infantiles producen consecuencias de mayor o menor gravedad (heridas, contusiones, sangrado y traumatismos). Los profesionales del área de urgencias pediátricas también atienden quemaduras y lesiones en la piel.
Cambios repentinos en el estado del niño
La familia debe estar muy atenta si se producen cambios significativos en el estado del niño. Por ejemplo, es esencial consultar el criterio médico si sufre cambios visibles en su piel, tiene dificultades para moverse o presenta algunos síntomas de deshidratación. Una posible intoxicación también plantea una situación urgente que requiere de una rápida respuesta.
Deglución de un objeto
Finalmente, existe otro ejemplo frecuente de emergencia pediátrica: la deglución de un objeto.
Los niños viven una etapa de aprendizaje, descubrimiento e interacción con el entorno. A veces, se llevan a la boca algunos de las cosas que tienen a su alcance. Y existe el riesgo de que puedan tragar un elemento peligroso. Es un suceso que suele producirse con más frecuencia durante los tres primeros años de vida.
Por tanto, la visita a la consulta puede derivar en un ingreso hospitalario que resulta esencial para hacer un seguimiento del paciente. Pero también puede ocurrir que el caso se resuelva positivamente antes de lo previsto.
El papel de la familia en las urgencias pediátricas: su colaboración es clave
Sabemos que una incidencia resulta todavía más compleja para las familias cuando el afectado por una dolencia es un niño. En algunos casos, debido a su edad, el paciente ni siquiera puede expresar con claridad qué síntomas o molestias experimenta. El papel de los padres es clave en ese contexto.
Ellos pueden ofrecer información de valor sobre los signos de alarma que han percibido en su hijo (y el momento en el que se han producido). En consecuencia, los profesionales del área de urgencias infantil ofrecen un acompañamiento cercano desde el punto de vista emocional.
¿Dónde puedo encontrar un centro de urgencias infantil?
Las unidades de urgencias desempeñan su labor en diversos puntos y red de hospitales y centros universitarios en todo España.
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- Conviene consultar si la póliza incluye una cobertura de hospitalización (o excluye esta opción). Por ejemplo, con el seguro de Aegon tienes Hospitalización pediátrica con hospitalización infantil para menores de 14 años. Incluye la asistencia por motivo de intervención quirúrgica o enfermedad médica tanto en hospitalización convencional como en unidades de neonatología (cuidados intensivos y/o cuidados intermedios).
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Como hemos visto, una situación urgente puede producirse de forma repentina en el instante más inesperado como muestran los accidentes infantiles que se enmarcan en el propio hogar. Sabemos que una respuesta inmediata es clave para aliviar los síntomas, acotar el diagnóstico, actuar con seguridad y proporcionar los cuidados necesarios.
Por tanto, el servicio de urgencias es clave, y algunos casos plantean una gravedad añadida. Una emergencia hace referencia a un episodio que pone en riesgo la vida del paciente de forma inminente.
