Es posible que el término nos suene porque, de hecho, ya hayamos cumplimentado alguno de ellos a lo largo de nuestra vida antes de haber formalizado un seguro. Y es que es un documento de obligado cumplimiento que garantiza que la aseguradora puede cubrir nuestras necesidades completamente.
El cuestionario en términos de seguro es un formulario que se realiza a la persona que va a contratar un seguro con el fin de cubrir sus necesidades. Consiste en una amplia cantidad de preguntas en torno al bien que se quiere asegurar. Es un documento que aparece en todo tipo de seguros: del coche, de vida, de vivienda, etc.
Si, por ejemplo, vamos a realizar un seguro de salud o vida, se realizarán todo tipo de preguntas acerca de si padecemos alguna enfermedad, nuestros antecedentes familiares, etc. En el caso de un seguro de vivienda, versará acerca de del continente y del contenido. En cuanto al continente, nos preguntarán acerca de la estructura de la casa, es decir, los metros cuadrados de la misma, los techos, suelos, instalaciones, etc. En lo que respecta al contenido, se preguntará qué bienes de lujo tenemos en casa, por ejemplo, electrodomésticos, muebles, etc. Y si, por ejemplo, vamos a realizar un seguro sobre el coche, uno de los más habituales, este versará sobre la marca y el modelo, si el coche tiene uno o varios conductores, el año de matriculación, etc.
El del seguro está firmado por el tomador, la persona que junto con el asegurador firma una póliza de seguro, y el asegurado, antes de que se formalice la póliza. De hecho, basándonos en este documento de obligado cumplimiento y a las necesidades que queramos tener cubiertas se confecciona el seguro.
En el caso de que hayamos falseado la realidad en este documento esto podría llevar a la aseguradora a rescindir el contrato o incluso a no cubrir los objetos o aquello que omitimos en su momento en el caso de que ocurriera un accidente. De hecho, en el artículo 10 de la Ley 50/1980 aparece claramente qué consecuencias derivarían de la omisión de datos en el cuestionario de seguros.
También es importante tener en cuenta que, si los riesgos han variado en el tiempo y ahora son mayores, debemos comunicárselo a la aseguradora para que vuelva a calcular el seguro con la mayor exactitud posible y para que se vean cubiertas nuestras necesidades. En el caso de los seguros de salud, estamos exentos de esta obligación, ya que ello no supone una agravación en el riesgo.
Por otro lado, puede darse el caso de que hayamos contratado una compañía que no pueda cubrirnos uno de los riesgos que le hemos comentado. En tal caso, esta puede rechazar nuestra petición de seguro.
