¿Qué es un embarazo de riesgo?
Se define como embarazo de riesgo a aquel en el que tanto la madre, como el feto o ambos, tienen mayores posibilidades de las habituales de experimentar complicaciones. Estas pueden aparecer en la gestación, en el parto o en el postparto.
Existen muchas razones para que se dan, como puede ser una enfermedad crónica de la madre, embarazos múltiples, condiciones de salud específicas del feto, la edad de la embarazada o incluso haber tenido antes un parto por cesárea.
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¿Qué revisiones deben hacerse durante un embarazo de riesgo?
A lo largo de un embarazo de riesgo es fundamental llevar a cabo revisiones más frecuentes que en uno de los que se consideran normales.
De hecho, es necesario monitorizar tanto a la madre y al feto, lo cual pueden hacer en las clínicas privadas con una mayor agilidad que en los sistemas públicos de salud.
Por ejemplo, hay que multiplicar el número de ecografías. En ellas se ve cómo va creciendo y desarrollándose el feto. La idea es detectar las posibles anomalías de manera temprana.
También hay que aumentar las pruebas de laboratorio, como los análisis de sangre que dan la señal de alarma ante las infecciones o la diabetes gestacional. A su vez, y esto es posible hacerlo en casa, hay que revisar la presión arterial muy a menudo.
No hay que olvidarse del peso. La madre no puede perder peso en este momento, pero tampoco ganarlo de manera exagerada.
Por último, hay que realizar varias cardiotocografías. Con ellas se evalúa la frecuencia cardiaca del feto y también las contracciones uterinas.
¿Cómo elegir al mejor ginecólogo para un embarazo de riesgo?
Escoger el mejor ginecólogo nunca es fácil, pero lo es aún menos cuando hablamos de una gestación complicada.
Por suerte, nuestros seguros de salud cuentan con varios entre los que elegir. Así, lo primero es preguntar por la experiencia con este tipo de embarazos.
Igualmente, es posible pedir opiniones y recomendaciones a personas del entorno, mejor si han pasado por un embarazo con complicaciones. Aquí, el médico de cabecera también puede ser de ayuda en las recomendaciones.
Puesto que el ginecólogo tendrá que hacer muchas pruebas, es crucial que tenga acceso a la mejor tecnología, a esa que ayuda a que los diagnósticos sean precisos.
Durante un embarazo de riesgo, ¿cuándo debo ir a urgencias?
La prudencia será fundamental a la hora de evitar complicaciones graves. Por eso, hay síntomas que deben hacer a la futura madre acudir de inmediato a urgencias.
El sangrado vaginal es uno de ellos. Esto puede ser la señal de un desprendimiento de placenta, algo que es grave si no se trata de inmediato.
Además, debe ir a urgencias si siente un dolor abdominal muy fuerte o contracciones antes de tiempo, pues eso es un signo de parto prematuro.
En ocasiones, hay síntomas que no se asocian con los problemas propios de estos embarazos, como son la fiebre alta, los dolores de cabeza fuertes o la visión borrosa. Ante cualquiera de ellos es mejor salir de dudas e ir al médico.
Un embarazo de riesgo es complejo. Aquí, la madre debe saber que tiene que ser prudente y someterse a muchas pruebas a lo largo de los nueve meses, lo que permitirá que el bebé nazca sano y sin complicaciones.
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Por tanto, el servicio de urgencias es clave, y algunos casos plantean una gravedad añadida. Una emergencia hace referencia a un episodio que pone en riesgo la vida del paciente de forma inminente.