Para entender el significado es importante comprender que las pólizas funcionan como un contrato entre el tomadro/asegurado y la compañía. EL Tomador paga una prima, que es el precio, al fin y al cabo y, a cambio, la empresa donde lo contrata se compromete a indemnizarle en caso de que ocurra un evento que esté cubierto.
Es fundamental que tomador comprenda las condiciones de su contrato, ya que estas establecen los riesgos que están cubiertos, el importe y las exclusiones. Por lo tanto, es fundamental leer cuidadosamente todos los puntos y hacer preguntas al agente o al representante de la compañía para asegurarse de que se comprende adecuadamente todo. Cada contrato de protección es único y se adapta a las necesidades específicas del cliente.
En cuanto a los tipos que existen, estos pueden variar según la necesidad de las personas. Los más comunes son los siguientes:
Estas son algunas definiciones que se deben conocen:
Si nos detenemos en la prima, vemos que esta cantidad puede variar según el tipo de garantía y las características de la persona que contrata.
La suma, en cambio, también puede cambiar y es importante elegir una adecuada para garantizar una protección suficiente.
Respecto a la cobertura, es importante leer cuidadosamente las condiciones de la póliza para entender qué está cubierto y qué no. Las exclusiones son precisamente los riesgos que no están incluidos. Es esencial tener en cuenta estas para evitar sorpresas desagradables en caso de un algún hecho inesperado.
Por último, la franquicia es una parte muy importante. Puede ser fija o proporcional al coste total de la incidencia. En algunos casos, una más alta puede significar una prima más baja, mientras que una franquicia baja puede significar una prima más alta. Por ese motivo, resulta fundamental considerar cuidadosamente las opciones al elegir. Se aplica mucho en el ámbito de los seguros de coche.
